lunes, 8 de febrero de 2010

Liderazgo transformacional / Presentación

Bienvenidos a la presentación del taller "Liderazgo transformación”. Cada vez que la necesites podrás encontrarla en la plataforma tecnológica Kiekari. De esta manera, contribuimos a la recuperación de los bosques mexicanos y a la sustentabilidad del mundo.






domingo, 14 de junio de 2009

Cerrando círculos


Hola!

Me gustaría compartir con ustedes la siguiente reflexión titulada "Cerrando círculos", la encontré en una revista de espectáculos y se me hizo interesante porque está comprobado que una gran parte de nuestros sufrimientos se debe al apego que tenemos a cosas, personas y circunstancias, pues no sabemos manejar adecuadamente las pérdidas (entiendase por pérdida todo aquello que tenemos y perdemos sea trabajo, salud, bienes materiales, juventud, belleza, etc hasta llegar a la mayor pérdida que es la muerte).

El proceso de las pérdidas requiere de un buen e inteligente manejo emocional que nos ayude a recuperar el equilibrio de nuestra vida la reflexión es la siguiente:

Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insiste en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, se pierde la alegría y el sentido del resto.

Cerrando círculos, puertas o capítulos, como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó con su trabajo?, ¿se acabó la relación?, ¿ya no vive más en esa casa?, ¿debe ir de viaje?, ¿la amistad se acabó?.

Puede pasarse mucho tiempo de su presente revolcándose en los “porqués”, en regresar el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cuál hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanos, todos y todas estamos abocados a ir cerrando círculos, pasar la hoja, terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado, ni siquiera preguntándonos “por qué” Lo que sucedió, simplemente sucedió, y hay que soltarlo y desprenderse. No podemos ser niños eternos, adolescentes tardíos, tampoco empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quién no quiere estar vinculado a nosotros. No, ¡los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso a veces es importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa; hay papeles para romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida, nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y ganar. Hay que dejar ir, debemos de pasar la hoja y vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted, Suelte el resentimiento, el prender “ su televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo y amargarlo.

La vida está para adelante nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas” por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron, ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, de lo contrario déjelo ir y cierre capítulos, dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que fue hace dos días, tres meses, un año; por lo tanto, no hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada está estático. Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable, ni una persona, lugar o trabajo, nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo, llegó sin ese adhesivo por lo tanto es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse, y humanamente se puede lograr, solo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda y suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que escoja le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad y equilibrio. ¡Esa es la vida!

Paulo Coelho

Me gustaría terminar escuchando la canción de Napoleón "VIVE", ojalá aporte algo a tu vida y toque las fibras de tu corazón, pues creo que una de las misiones en esta vida es "SER FELIZ"



viernes, 12 de junio de 2009

Camino del Corazón



Por Jorge Enrique Gasca

Les comparto este relato que narra uno de los episodios de la caminata efectuada en octubre del 2003 por los desiertos de Zacatecas y de San Luis Potosí.

El episodio sucedió justo a las puertas del desierto de Virikuta –tierra sagrada para los Huicholes- en el lugar que los peregrinos se confiesan….

Don Pedro Valeriano fue el sacerdote (Mara'akame) que guió la peregrinación.

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Don Pedro Valeriano miraba fijamente hacia el Cerro del Quemado….

Permaneció inmóvil por más de dos horas. En su rostro tomaban voz las más disímbolas posibilidades del intento humano. Una profunda tristeza lo invadía por momentos, en otros la rabia contenida se desbordaba. Súbitamente una bondad indescriptible lo encendía; sin previo aviso lo tomaba por asalto el asombro del que mira por primera vez...

En círculo, los caminantes-peregrinos lo mirábamos y acompañábamos sin movernos, sin hablar, extasiados por las sincronías del 'presente' que tejían en 'continuo' un canto de belleza indescriptible...

Siete días de caminata –fila india, silencio y ayuno- por los desiertos de San Luis Potosí y Zacatecas nos condujeron hasta esa cualidad de percepción, siempre “aquí” tan a la mano para los despiertos, pero tan escurridiza a los hijos de la prisa.

Sin dejar de mirar al Cerro del Quemado Don Pedro dijo lentamente con voz entrecortada:

"No tienen ni la menor idea del precio que ha tenido que pagar mi pueblo para que uno o dos de ustedes tomen conciencia de lo que significa convertirse en 'mujeres y hombres de conocimiento'.

Mi pueblo ha guardado y cuidado un tesoro de valor inimaginable a lo largo de por lo menos 2000 años. Es la tradición y el canto de nuestros ancestros y abuelos, el rostro-corazón indio de estas tierras.

La gente de su pueblo parece no comprender la importancia y transcendencia de completar de una vez por todas el proceso de mestizaje que empezó con la llegada de los españoles ¡La fusión entre lo indio y lo español apenas está empezando!

Esta fusión no llegará a cumplirse mientras ustedes no asuman la parte india que llevan en la sangre. Aunque no lo sepan aun se oye el canto del águila y el rugido del jaguar corriendo por sus venas.

Como hijos naturales del extranjero que violó y de la india sometida, valoran y practican las tradiciones de otros pueblos pero no se atreven a conocer y valorar la suya propia. Sienten vergüenza de su origen; o tal vez no se consideran dignos de recibir la herencia que por derecho les corresponde.

Los pueblos indios se están desmembrando y desapareciendo. Nuestros hijos ya no quieren vivir en la sierra, ni aprender el canto y 'el costumbre'. Ellos prefieren ir a Monterrey o al 'otro lado'. Aunque no queramos llegó el momento de compartir con algunos de ustedes el tesoro aquilatado a lo largo de tantos años".


Don Pedro se volvió hacia el grupo de peregrinos y clavándonos la mirada nos dijo con gran contundencia:

"A ustedes como mestizos herederos les tocará la responsabilidad de cuidar y compartir el tesoro para bien de su pueblo, del pueblo indio y de todos los pueblos mundo. Este tesoro no pertenece a nadie en lo particular, es patrimonio de todos los Hombres.

¿Acaso piensan que la tradición de mis abuelos no tiene los vuelos de la tradición cristiana o de la budista?

A ustedes, les pedimos que se hagan cargo por los menos unos 50 años mientras nosotros resolvemos nuestros desafíos.

¡Si no lo hacen será por cobardía!"

Ninguno de los peregrinos mestizos dijo ni media palabra. Las lágrimas que rodaban por nuestras mejillas caían como ofrendas en la tierra…..

Después de una hora de silencio, nos levantamos y continuamos el viaje hacia Virikuta….

El tren


Contribución de Joseh





jueves, 11 de junio de 2009

miércoles, 10 de junio de 2009

Mi misión 2 Dulce Velasco



Consejos de un Padre


Fragmento de poesia náhuatl

Aquí estás, mi hijita, mi collar de piedras finas, mi plumaje de quetzal, mi hechura humana, la nacida de mí. Tú eres mi sangre, mi color, en ti está mi imagen. Ahora recibe, escucha: vives, has nacido, te ha enviado a la tierra el Señor Nuestro, el Dueño del cerca y del junto, el hacedor de la gente, el inventor de los hombres.Ahora que ya miras por ti misma, date cuenta. Aquí en la tierra es de este modo: no hay alegría, no hay felicidad. Hay angustia, preocupación, cansancio.

Por aquí surge, crece el sufrimiento y la preocupación.Aquí en la tierra es lugar de mucho llanto, lugar donde se rinde el aliento, donde es bien conocida la amargura y el abatimiento. Un viento como de obsidianas sopla y se desliza sobre nosotros.Dicen que en verdad nos molesta el ardor del sol y del viento. Es este lugar donde casi perece uno de sed y de hambre. Así es aquí en la tierra.

Oye bien, hijita mía, niñita mía: no es lugar de bienestar en la tierra, no hay alegría, no hay felicidad. Se dice que la tierra es lugar de alegría penosa, de alegría que punza.

Así andan diciendo los viejos: "para que no siempre andemos gimiendo, para que no estemos siempre llenos de tristeza, el Señor Nuestro nos dio a los hombres la risa, el sueño, los alimentos, nuestra fuerza y nuestra robustez y finalmente el acto sexual, por el cual se hace siembra de gentes.

Todo esto embriaga la vida en la tierra, de modo que no se ande siempre gimiendo. Pero, aún cuando así fuera, si saliera verdad que sólo se sufre, si así son las cosas en la tierra, ¿acaso por esto se ha de estar siempre con miedo? ¿Hay que estar siempre temiendo? ¿Habrá que vivir llorando?

Porque, hijita mía, se vive en la tierra, hay en ella señores, hay mando, hay nobleza, hay águilas y tigres. ¿Y quién anda diciendo siempre que así es en la tierra? ¿Quién anda tratando de darse la muerte?

Hay afán, hay vida, hay lucha, hay trabajo