domingo, 24 de mayo de 2009

¿Que son los valores? / Enrique Dussel


¿Por qué algo tiene valor?, porque es una mediación para el proyecto. Es decir es un medio. Esto significa que la totalidad de mi mundo, que comprendo como futuro, es fundamentalmente un proyecto y para alcanzarlo debo comprometerme a través de mediaciones. Porque para cumplir con el proyecto de ser-psicólogo, tengo que cumplir con la mediación de asistir a la escuela de psicología, y esta constituye una posibilidad 'para', es algo para. Las mediaciones, las posibilidades son las que estoy interpretando cotidianamente, porque son posibilidades ‘para el proyecto’. Lo que no se integra al pro-yecto no me interesa, no le pongo atención, no lo interpreto, porque no tiene valor.

La comprensión cotidiana es el cómo vivimos nuestro proyecto, proyecto que nunca ponemos en cuestión; está allí, somos nosotros mismos. Quizás no nos hemos preguntado cual es nuestro proyecto y, sin embargo, a partir de él estamos eligiendo continuamente posibilidades. Estas posibilidades son entes que se presentan ante nuestra experiencia cotidiana como mediaciones; si tomo una mediación realizo un aspecto del proyecto, si escojo otra llevo a cabo otra parte del proyecto. Hago lo que hago porque tiene para mi valor. Cotidianamente el hombre se encuentra en el mundo, en riesgo de tener que interpretar el sentido de lo que le rodea y la elección del cuál de las posibilidades ha de empuñar; esto se hace gracias a la valoración. Valoro esto más y por eso lo elijo, valoro aquello menos y por eso lo postergo, lo dejo. Eso tan simple es el fenómeno de la libertad humana.

La libertad se mueve en este ámbito. Como el proyecto es un poder-ser futuro, que todavía no es, puedo elegir distintos caminos para alcanzar dicho proyecto, en el fondo, ninguno de esos caminos me van a completar del todo, entonces, quedo un poco valorando y me digo: “esto es de alguna manera bueno, pero aquello lo es de otra manera” . El hombre es libre porque teniendo un proyecto futuro ninguna posibilidad lo cumple del todo. Es por esencia un ser que va siendo y que nunca es del todo, ni siquiera cuando muere, porque cuando muere simplemente deja de ser, no habiendo sido completamente.

Esta es la existencia humana, un ser desde un proyecto futuro, donde todas las mediaciones se le presentan como posibles. Por eso el hombre es capaz de elegir unas mediaciones y dejar otras. La posibilidad de todavía no elegir esta o aquella posibilidad es lo que se llama libertad. Cuando elijo una, quedo determinado y en ese momento dejo de ser libre respecto de ella. Al elegir una de ellas, mi proyecto avanza en esa dirección y desde esa dirección las otras se tornan imposibles.

Es así como el hombre recibe su mundo trágicamente a cargo, sin que se le pida ninguna decisión sobre su originaria existencia, porque desde el momento en que empezamos a ser libres comienza a modificarse el proyecto. Poco a poco uno va haciendo de uno lo que quiere, unos terminan muy arriba y otros muy abajo. Quiere decir que es por ese continuo elegir posibilidades que una va indirectamente, mediativamente, modificando su proyecto. El individuo es cada día mas responsable del proyecto. Esa es la existencia humana. Somos como el burro del cuento, al cual le ataron una zanahoria desde su cabeza, colgada por un palo sujeta a cuello. El burro avanzaba hacia la zanahoria para comerla, en un intento repetido y vano, porque él era quien la transportaba de modo que la distancia entre ambos era siempre la misma. Podemos comparar el proyecto con la zanahoria. Algunos van por un camino y otros por otro. Al cabo de unos cuantos años cada uno se ha hecho a sí mismo. Esto significa que hombre, aunque está trágicamente en su mundo, es al mismo tiempo responsable de éste.


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