martes, 9 de junio de 2009

Silencio


En la comunicación, que importante es el decir las palabras adecuadas, pero tambien que importante es saber callar, hacer pausas, guardar silencio; todo ello nos dicen mucho. Hace algún tiempo escribí algo sobre éste último y hoy se los quiero compartir...

Muchas veces el silencio nos quiere hablar y no lo queremos escuchar,

El silencio es interior, cuando nos habla de nosotros mismos, nos dice cosas que queremos olvidar o ignorar, porque nos duelen, nos recuerda un pasado y nos confronta con una verdad que no queremos aceptar, porque exige de nosotros esa aceptación, un cambio para crecer.

Silencio exterior que expresa muchas veces soledad, nos aturde con su lamento, sobretodo cuando necesitamos escuchar voces que nos sepan consolar y otras veces es necesario que guardemos silencio de tantos reproches que hacemos o del estruendoso ruido que ocasionamos, para sentirnos siempre el centro, o el silencio que nos hace sordos ante el lamento de aquellos que lloran en silencio.

Hay instantes en que mas que una palabra, necesitamos escuchar en el silencio, la presencia de aquella persona que nos acompaña en el camino, respetando nuestro momento y muchas veces sin decir absolutamente nada, sin emitir un solo sonido, con su silencio, expresa mas que mil palabras y solo está ahí para estar …

El mismo Dios nos habla tantas y tanta veces desde el silencio…pero muchas veces no es percibido, se nos dificulta oírlo por nuestras quejas y nuestras lamentaciones, el continuo de otras voces, el ruido de una sociedad que se siente cada vez mas vacía por la superficialidad en la que vive, dándole prioridad a lo que es tangible y no esencial, aparentar para agradar.

Son muchas las emociones que propicia el silencio:
PAZ cuando nos permitimos estar en quietud y calma, reposando, alejándonos del bullicio de correr a un ritmo, que la mayoría de las veces no escogemos, porque exige ser lo que no somos.
NOSTALGIA que nos hace llorar cuando en el no podemos hallar la voz de la persona amada, su presencia a través de ese no estar, queriendo recordar aquello que en otras ocasiones nos hiciera tan felices, volver a sentir en el corazón todos los momentos gratos al lado de aquella persona tan importante para nosotros en otros tiempos.

DOLOR cuando guardamos aquello que queremos dejar a un lado, que queremos abandonar muy en el fondo de nuestro corazón y nuestro entendimiento, para nunca mas volverlo a sacar, sin darnos cuenta de que nos engañamos a nosotros mismos pues queda preso en el subconsciente y algún día saldrá a flote, volviéndonos a sentir envueltos en aquel sentimiento que queremos olvidar y es entonces que este silencio nos sabe a reproche, frustración y coraje, cuando surge del dolor que hemos ocasionado o que nos han causado.

El silencio así no es mudo como aparenta ser…dice mas de lo que con palabras se puede expresar, puede romperse con tan solo su nombre pronunciar y puede decirnos tanto si lo dejamos estar y hacernos sentir…

Es el espejo que el alma utiliza para contemplarse y conocerse mas, es el que sabe inspirar porque nos deja contemplar en un susurro la belleza que nuestro entorno nos quiere mostrar si lo sabemos apreciar, es una puesta de sol, es la quietud del alba, una estrella fugaz, es una lágrima, es una mirada, es un gesto, una sonrisa, un dormitar… es tantas cosas que si queremos sabremos apreciar… es sobretodo, si lo queremos aceptar; el lenguaje de Dios que nos grita en mil formas, lo mucho que nos ha de amar…
Joseh Guadarrama A.

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